Durante los 2 primeros años de vida, la lactancia materna representa un alimento sumamente primordial para el bebé, siendo necesario y exclusivo durante los primeros 6 meses, y a partir de éste se deben introducir nuevos alimentos a su dieta. Esto puede resultar un reto para algunas madres, ya que requiere conocer las características nutricionales y posibles riesgos de consumir algunos alimentos.
Alimentos que no debes administrar a tu bebé:
1. Leche de vaca: Durante el primer año de vida es importante no proporcionarle este tipo de leche al niño, esto se debe a que contiene una alta cantidad de proteínas, y el sistema digestivo del bebé se encuentra en pleno desarrollo y se le hace difícil digerir tantas proteínas a la vez, pudiendo producirle diarrea y cólicos. Por esta razón solo se debe administrar leche materna antes del año y hasta los dos años, o hasta que el pediatra lo indique, debido a que ésta si contiene una cantidad importante y necesaria de proteínas que el bebé requiere para su adecuado desarrollo.
2. Exceso de azúcar: Evitar ofrecer alimentos con alta cantidad de azúcares al bebé, no son necesarios para él y éstos pueden predisponerlo a sufrir diarrea, cólicos, obesidad y caries.
3. Sal: Un exceso de sal puede representar una sobrecarga de trabajo para los riñones en desarrollo del bebé, además que no es necesario el uso de sal en sus comidas ya que su paladar no está acostumbrado.
4. Miel: La miel puede contener esporas de Clostridium botulinum, bacteria productora de una neurotoxina en el intestino que produce botulismo; el sistema digestivo del bebé se encuentra aún inmaduro y no puede combatir a ésta bacteria, resultando peligrosa su ingestión antes del año de edad. Además la miel contiene altos niveles de azúcar, lo cual podría provocar indigestión, diarrea o vómitos.
5. Huevos: Es uno de los alimentos con mayor potencial alergénico, por esto se recomienda introducirlo a la dieta después de los 12 meses de edad. Además de ser un alimento rico en lípidos y grasas pudiendo provocar problemas digestivos.
6. Legumbres: Expertos recomiendan introducir este tipo de alimentos solo después de los 11 meses de edad, debido a que antes de esta edad su sistema digestivo se encuentra muy inmaduro e incapaz de digerir el alto contenido de fibra y proteínas contenido en las legumbres.
7. Cítricos: Se recomienda no administrar jugos cítricos a los niños menores de 1 año, el estómago del bebé aún en desarrollo no produce a estas alturas los ácidos necesarios para degradar a los jugos de frutas cítricas correctamente, además que pueden representar un peligroso alérgeno a esta edad.
8. Frutos rojos: Frutas como la fresa, frambuesa y arándanos, tienen alto riesgo de producir reacciones alérgicas en los bebés, por ello es mejor evitarlos hasta después de los 2 años de vida, o hasta que el pediatra lo recomiende.
La alimentación es la base para el desarrollo de todo bebé, siendo la lactancia materna su principal fuente de nutrientes. A partir de los 4-6 meses de vida se recomienda iniciar la introducción progresiva de nuevos alimentos (proceso conocido como ablactación), primero alimentos semisólidos como papillas o purés de frutas como guayaba, cambur o mango, o de verduras como zanahoria, apio, auyama, y algunos cereales como arroz. Alrededor de los 9-11 meses se puede introducir a la dieta alimentos como pollo, pescado y cerdo en pocas cantidades y poco condimentado, así como trigo, avena, cebada y granos. A partir del año de vida las posibilidades se amplían, y el niño puede empezar a comer prácticamente todos los alimentos que conforman la dieta del resto de la familia.
Siempre se debe mantener precaución ante los posibles alimentos que pueden producir ahogo o atragantan al bebé, tales como uvas, frutos secos, aceitunas, salchichas.
A medida que el bebé crezca hay que integrarlo más a la mesa familiar, para que aprenda poco a poco cuales son las horas de comer, cómo comer, y que pertenece a un hogar con el que comparte esa experiencia tan grata como es comer en familia.
Ante cualquier duda en cuanto a la introducción de ciertos alimentos a la dieta de tu bebé siempre consulta con tu médico pediatra.
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