En el mundo moderno, lamentablemente, se conocen cada vez más casos de padres que creen e incluso presumen de tener el “tiempo de sus hijos” perfectamente cuadrado. Los días libres, los chicos están en la mañana en música, la tarde en Karate y cuando salen temprano, tienen programada la clase de inglés u otro idioma. Esto no es para nada algo beneficioso para los chicos. Se crían sin ser autónomos, cumpliendo una misión determinada por sus amos y a la hora de dormir, con suerte, reciben alguna palmada en el momento de encerrarlos en un establo o empalizada.
Lo más importante relativo al tiempo para nuestros hijos es que NOSOTROS, sus padres, pasemos tiempo a su lado. Es invaluable que la primera vez que los chicos vean una garza en una laguna, un gato haciendo alguna travesura o la primera vez que vean un pez saltar fuera del agua en el mar, esté uno de sus padres para compartir el momento, comentarlo, responder sus inquietudes. Esos momentos nunca se olvidan. Son esos recuerdos que quedan para siempre y solo se consiguen si se hace un esfuerzo por dedicarles tiempo a nuestros hijos, principalmente en los primeros años de vida.
No hay seguridad de estar presente para los momentos que se mencionan arriba, pero sumar posibilidades de que así sea es lo menos que puede hacer un padre o madre responsable. Opciones hay muchas, desde llevarlos al trabajo en cuanto tienen una edad para asistir y acompañar a su padre, conociendo de paso su trabajo. Trabajar desde casa también es una buena opción, bien sea desde internet como redactor (a), bloguero (a)… o recibiendo llamadas para alguna compañía. En el peor de los casos quedan fines de semana, siempre habrá tardes o mañanas para compartir.
Lo último e inaceptable es asumir que “no hay tiempo para estar con tus hijos”. No esperes que el tiempo te pase factura, disfruta con ellos de su comic favorito, comparte su alegría y crecimiento. La vida es una y los momentos son cuando son, tratemos de estar presentes para nuestros hijos para que mañana los recuerdos juntos sean el mejor tesoro de la familia