En la actualidad, no es necesario que seas una persona acaudalada para que puedas instalar en tu propia casa tu sala de meditación. Para crear tu propio espacio de inspiración, basta con que identifiques un espacio de tu casa donde puedas estar en total aislamiento para poder pensar, relajarse y meditar. 


Crear tu propio espacio de meditación, te permitirá alejarte de la vida cotidiana acelerada y estresante que vivimos la mayoría de personas. Tu sala de meditación puede ser tu propio escondite, donde puedas respirar libremente y juntar tus pensamientos.

Elegir un lugar para su sala de meditación

Para crear tu propia sala de meditación, la quietud y el aislamiento son condiciones prioritarias. No importa que tan pequeña sea tu casa, es posible tener una sala de meditación donde puedas tener un poco de respiro dentro del acelerado día a día. No importa cuán pequeña sea tu casa, es posible tener una sala de meditación donde puedas tener un poco de respiro pacífico. Simplemente busca un espacio donde puedas tener tu propio espacio de meditación, que puede ser un pequeño espacio de tu jardín, un cuarto de visitas, tu estudio, etc. 


También puedes ubicar tu propia sala de meditación en tu propia habitación si así lo deseas. Cualquier esquina que se pueda usar y que este aislada del ruido, puede servir. Lo recomendable es que en caso no tengas muchos cuartos disponibles, uses algún material pre fabricado para garantizar que esa sala sera exclusivamente para tu uso, porque si estas meditando con calma y entra tu familia a prender la radio o televisión, evidentemente no servirá esta sala de nada. 

Mobiliario de la sala de meditación

Una sala de meditación no requiere mucho en términos de mobiliario. Necesitarás una silla cómoda lo suficientemente ancha como para curvar las piernas. En caso no cuentes con una silla con esas características, podrías adaptar un cojín en su lugar.

Un reproductor de CD, sin embargo, puede ser necesario. Ayuda mucho a meditar mientras se escucha música suave e instrumental, o tal vez a sonidos naturales grabados como el canto de los pájaros o el sonido de las olas o el sonido de la lluvia que cae. También puedes usar tu laptop u otro equipo que te brinde esta opción.

La iluminación que debes instalar en tu sala de meditación debe ser algo suave y sutil. Aléjate de las bombillas fluorescentes que brillan intensamente cuando enciendes tu sala de meditación porque no te ayudarán a relajarte y despejar tu mente.


En cuanto a las paredes, intenta que sean de un color neutro ya que colores de este tipo contribuirán a que 

No tienes que decorar las paredes. Si puedes pintar las paredes de un color neutro, sería mejor hacerlo. No necesitas nada que pueda distraerte de tu meditación. Sin embargo, podrías añadir pequeños estantes donde puedas colocar velas perfumadas, algunos vaporizadores, algunas flores, una planta, estatuillas que puedan contribuir a mejorar tu estado de ánimo, tomando en cuenta que deben ser elementos que te ayuden a relajarte, no que te generen más trabajo. 


Mantenimiento de la sala de meditación

Tu cuarto de meditación tiene que ser un espacio donde puedas reflexionar y desconectarte por un tiempo del mundo exterior, por lo que debe ser un lugar que se mantenga limpio y ordenado, porque piensa, ¿qué tipo de desconexión podrías tener si entras a un lugar sucio y desordenado?.

Tu cuarto de meditación se convertirá en el único lugar de tu casa donde podrás alejarte del resto del mundo y relajarte, despejando tu mente de cualquier cosa que te moleste, recobrando energía de esta forma. Pero este objetivo no se podrá cumplir si dejas que se produzca el desorden en tu espacio personal.

Por eso, intenta organizar tu horario cotidiano y trata de mantener limpia y organizada tu sala de meditación, porque esto te permitirá cumplir con tu objetivo trazado, que sea un espacio donde puedas meditar y recobrar fuerzas para enfrentar el día a día.


¡Muchos éxitos! 

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