La salud es muy importante. Es pieza clave en nuestras vidas. Sin salud…pocas cosas podemos hacer, pero es cierto, que no siempre la disminución de la salud viene dada por una merma física. En muchos casos, la pérdida de salud es del alma y al final, repercute en lo físico. Por ejemplo cuando sentimos angustia.
Pero…¿Qué es la angustia? Es dolor. Pero expliquemos…Hay dos tipos de dolor. Uno es cuándo por ejemplo, uno se cae, se corta un dedo o se golpea la cabeza. Este tipo de dolor puede aliviarse con la ayuda de una cura o ungüentos, pero la angustia no es una tarea fácil de remediar.
Para un corazón roto no hay cura.
Muchos de nosotros hemos sufrido angustia por haber sufrido dolor por la familia, los niños o incluso los colegas de trabajo. Esta forma de angustia es solo un temblor menor del terremoto de tristeza que se impone en algunas personas.
Por ejemplo, la madre que sobrevive a su hijo. ¿Que podría ser más angustiante para la mamá, que haber estar junto a la cuna del bebé que ella dio a luz y cuidó desde el nacimiento, para que le sea arrebatado ese hijo?.
Luego tenemos a desafortunados padres, con el corazón roto, que pierden a todos sus hijos, porque la madre piensa que es mejor para los niños estar sin un padre (en algunos casos, quizá esta acción sea necesaria), pero para muchos padres que todavía quieren ser parte de la familia, que son buenos padres y quieren a sus hijos con su vida…desde aquí lanzamos una petición a las mamás, para que vuelvan a pensar por el bien de los niños.
¿Cuántas veces se habrá encendido un motor con una manguera en el escape, que papá usa como inhalador para acabar con todo?
El dolor al recibir la noticia de que un ser querido fue muerto en la batalla. Es doloroso cuando es hora de decirle adiós a mamá o papá, cuando se van para emprender una nueva vida, quizá en el cielo.
Señor, escucha las oraciones del mundo para detener estas atrocidades del siglo XXI que están causando tanto dolor: Tsunamis, Tornados, Terremotos y Huracanes. Se necesitaría un milagro para resolver todo este lamentable lío en el que se encuentra el mundo de hoy.
Dios le dio vista a los ciegos, hizo andar a los paralíticos e incluso se levantó de entre los muertos. Es por eso que en esta ocasión, en vez de ofrecer consejos sobre que hacer, o como sobrellevarlo, alzamos a Dios una oración desde aquí, desde el corazón de este post, para que cese la angustia en tantas personas y encuentren consuelo en la fe que lleva hacia ti.
