La alopecia es un problema capilar que se muestra como caída desmedida del cabello, esta dolencia suele ser común para gran parte de la población y por ello existen distintos métodos de tratarla dependiendo del grado en que se presente. En la adultez, este problema se presenta en uno de cada dos hombres y en una de cada cinco mujeres, por esto decimos que es un problema más común del que parece.
La causa principal de esta afección capilar es un desequilibrio hormonal que afecta la producción de hormonas sexuales, dicho problema es hereditario, por esta razón es muy difícil encontrar una manera de prevenirla. Pero la buena noticia es que existen muchas maneras de tratarla, dando buenos resultados en la mayoría de los casos.
Lo más usado es un tratamiento de hormonas recetado por un dermatólogo, excelente para tratar la alopecia en sus inicios o si es leve. Para casos mayores, la más efectiva solución será un injerto capilar. A continuación explicaremos todo lo que debes saber sobre este método.
¿Qué es el injerto capilar?
Para muchos esta podría ser la solución definitiva para solucionar los problemas de la alopecia. Esta cirugía es bastante sencilla y no tiene ningún riesgo en la mayoría de los casos. Conste en trasplantar cabello de alguna parte del cuero cabelludo donde este no se caiga, a la zona afectada.
De esta manera, se inserta el cabello en una pequeña incisión, así por toda la zona donde la alopecia afectó. Con este procedimiento se estimula el crecimiento de nuevo cabello. En varias sesiones de microcirugía se conseguirá el resultado deseado, un cabello completamente poblado y natural.
Los beneficios del injerto capilar son muchos, lo más destacable es que el cabello no volverá a caerse y que no hay forma de que el trasplante salga mal puesto que el donante es el mismo paciente. Es una cirugía menor con anestesia local y los resultados son impresionantes. Sin duda, este método es ideal para acabar con la alopecia.