Las relaciones con los demás son importantes para nosotros como seres humanos. Las relaciones con los padres, hermanos, amigos, novios, novias, profesores, compañeros de habitación y compañeros de clase pueden traer alegría y adquieren un significado adicional en nuestras vidas. Aprendemos que a menudo es en o a través de las relaciones íntimas que se satisfarán nuestras necesidades románticas, de compañía y de intimidad. No es de extrañar, entonces, que nos encontremos preocupados o consumidos en la búsqueda, el mantenimiento, el final y la recuperación de la pérdida de tales relaciones. Si bien cada una de estas etapas de las relaciones puede ser difícil y desafiante, es comúnmente cuando las relaciones terminan o «no funcionan» lo que más luchamos.
Sea cual sea su edad y experiencia, una relación puede traerle desafíos nuevos y exigentes. Ser capaz de manejar conflictos y lidiar con las diferencias es importante para mantener relaciones saludables. Todas las personas que están en una relación o se preocupan por sus relaciones pueden necesitar ayuda en algún momento para ayudarlos a enfrentar problemas o dificultades en una relación, aprender cómo mejorar o mejorar las relaciones, enfrentar una relación que se ha roto y ayudar a cambiar una relación.
Todas las parejas experimentan problemas de una forma u otra, es parte de compartir su vida con otro ser humano. La diferencia entre las relaciones sanas que funcionan y las que no lo hacen, es la forma en que las parejas enfrentan los desafíos y problemas en su vida.
Existen herramientas confiables que pueden usarse para crear una relación saludable, muchas de las cuales no se han enseñado en nuestra cultura. Si quieres tener una relación realmente saludable, sigue estas simples pautas:
· Acércate a tu relación como una experiencia de aprendizaje. Cada uno tiene información importante para que usted pueda aprender. Cuando una relación no funciona, generalmente hay una forma familiar de sentirnos en ella. Nos atrae la pareja con la que podemos aprender más y, a veces, la lección es dejar de lado una relación que ya no nos sirve. Una relación verdaderamente saludable consistirá de ambos socios interesados en aprender y expandir una relación para que continúe mejorando.
· Aprecio propio y a tu pareja. En medio de una discusión, puede ser difícil encontrar algo para apreciar. Comienza generando aprecio en momentos de no estrés, y de esa manera, cuando necesites poder hacerlo durante una conversación estresante, será más fácil. Una definición de apreciación es «ser sensible a la conciencia para que no tenga que cubrir nada con azúcar»; así que dile a tu amada que la quieres y que no deseas discutir sino hablar y mejorarla.
Las investigaciones han demostrado que las personas en relaciones de apoyo y amorosas tienen más probabilidades de sentirse más sanas, más felices, menos estresadas y satisfechas con sus vidas y menos propensas a tener problemas de salud física o mental o hacer cosas que son malas para su salud.
Los socios de apoyo comparten los buenos tiempos y se ayudan unos a otros a cuando llegan los difíciles. Escuchas y hablar, son probablemente las habilidades más importantes en una relación. Siempre habrá tensiones y desacuerdos, pero si existe una buena comunicación, se puede superar casi cualquier problema.